DTYWY 45: El Destino Final de los Traidores (Primera Parte)

Capítulo 45: El Destino Final de los Traidores (Primera Parte)

Lector Beta: My_Own_Worst_NPC

Nota del Traductor: Este capítulo y el siguiente no estarán centrados en Shirou. Volveremos a él en el Capítulo 47.

Además, no soy yo quien lo divide en dos partes. La Novela Web original lo dividió en Primera Parte (Cap 45) y Segunda Parte (Cap 46). De hecho, esta es la única parte de la novela donde el título se divide en Primera y Segunda Parte.

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Una vez que entró en los callejones cercanos a la Calle Longin, a Cecily no le tomó mucho tiempo encontrar lo que buscaba.

El edificio en sí era antiguo pero recientemente renovado. Colgando de la pared de ladrillos había un letrero de madera y hierro que decía "Pabellón de los Tres Zorzales", confirmando que estaba en el lugar correcto.

Cecily miró con cautela su entorno, pero el callejón estaba oscuro y desierto. La puerta de la tienda estaba cerrada y no parecía estar abierta al negocio. Las persianas también estaban bajadas en las ventanas, pero la luz del interior se filtraba por las grietas.

Se acercó sigilosamente a la ventana y echó un vistazo al interior, encontrando que sus cuatro odiadas enemigas estaban sentadas alrededor de una mesa redonda en medio de un juego de cartas, con Janice a la cabeza.

—Ooh, parece que gano de nuevo —Janice mostró feliz su mano.

—¿Otra vez? Capitana, tu suerte hoy es realmente extraordinaria.

La nariz de Cecily se arrugó furiosamente al ver a Janice hacer que sus subordinadas la llamaran capitana. Solo el sonido de las monedas de plata cambiando de manos la enfurecía.

—¡Roy, tráeme otra botella de ron!

Janice llamó, y un joven de unos veinte años apareció desde el fondo de la habitación.

Ese debe ser el amante de Janice.

El joven tenía un rostro apuesto, pero sus ojos parecían algo apagados.

—Lo siento, Janice. La que te di antes era la última.

Ante las palabras de Roy, la voz de Janice de repente se volvió fría y despiadada. —...¿estás tratando de humillarme frente a mi tripulación?

El repentino cambio de actitud de Janice hizo que el joven palideciera por completo. —No fue mi intención. Pero verás, esa era realmente la última botella de ron... y a esta hora de la noche la mayoría de las licorerías están cerradas...

Janice dejó escapar un suspiro exagerado.

—Eres realmente inútil, Roy... Sabes que es deber de un hombre hacer todo lo posible para complacer a su amante, ¿verdad? Haz algo al respecto.

Bajo la fría mirada de Janice, el joven se encogió y esbozó una sonrisa vacía.

—S-supongo que tendré que golpear la puerta de una licorería cercana. Si no consigo ron allí, tendré que visitar otras tiendas...

—Eso está bien. Y date prisa.

Roy se sintió aliviado al ver que la expresión de Janice se suavizaba mientras salía, aunque su sonrisa carecía de afecto.

—Oye Capitana, podría huir si eres tan dura con él —dijo Futch, siguiendo a Roy con el rabillo del ojo. Janice ni siquiera apartó la vista de las cartas.

—Déjame decirte algo, Futch. Un hombre debe ser disciplinado primero. Tienes que asegurarte de que sepa en su mente y cuerpo qué me hace feliz y cómo hacerme sentir bien.

Para Janice, Roy no era más que una herramienta conveniente.

—¿En serio?

—Una vez que consigas un amante, deberías probarlo también, Futch. Si lo educas adecuadamente desde el principio, lograrás que haga todo lo que desees hasta el final.

—¿Todo lo que desee?

—Sí, así es. Todo, tanto en la vida cotidiana como en la cama.

Las piratas se inclinaron para escuchar las palabras de Janice.

—¿Qué tipo de cosas, por ejemplo?

—Veamos... ¿cómo se limpian ustedes después de terminar? ¿Normalmente con sábanas o toallas, verdad? Bueno, en mi caso es un poco diferente, yo uso a Roy.

—Y al usarlo, te refieres a...

—Lo hice limpiarme con su boca.

—¡No puede ser! ¿Realmente lo hiciste hacer eso?

Janice tenía el rostro de una belleza, pero su expresión estaba retorcida por un placer vulgar y sádico.

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Cecily se alejó de la ventana sin escuchar el resto de la conversación de las piratas y procedió a revisar el resto de la casa.

Parecía que no había nadie más en el edificio de dos pisos; si irrumpía y comenzaba una pelea, había buenas posibilidades de que ganara. Sin embargo, Janice era una mujer cautelosa, y había muchos lugares donde podría haber colocado una trampa.

Podría ser más seguro lanzar un ataque sorpresa con una magia de explosión extremadamente grande, pero una gran concentración de poder mágico sería fácilmente detectada por ellas; no sería una buena idea que supieran de su presencia antes de poder lanzar un ataque.

Creo que es mejor usar "eso"...

Cecily subió al techo y sacó el artefacto, una joya púrpura unida a un pedestal de plata, un souvenir de un barco mercante que había asaltado hace mucho tiempo.

Era una herramienta mágica peligrosa encontrada en una mazmorra que poseía magia de gravedad, una magia antigua perdida. Una vez activado el artefacto, aplastaría todo dentro de un radio de ocho metros. La leyenda decía que ni siquiera un dragón podría resistir su efecto aplastante, y dado que el efecto se activaría apenas tres segundos después de insertar poder mágico en él, había menos posibilidades de que el enemigo se diera cuenta.

Cecily colocó el orbe directamente sobre donde creía que estarían las piratas e infundió su magia para comenzar a activarlo. Contrario a sus expectativas, Cecily no sintió que tuviera palabras finales de rencor hacia la pronto moribunda Janice, solo un vacío frío.

Recordando la conversación de Janice anteriormente, no creía que su enemiga estuviera viviendo una vida feliz. Después de todo, vivir con un amante pero no tener sentimientos por él, eso no podía llamarse felicidad. No sabía por qué, pero pensó que Janice y las demás, que vivían sus vidas pasando de un momento barato al siguiente... era como negarse a encontrar la felicidad real.

—...

Cecily terminó de activar el artefacto en silencio.

Mientras Cecily saltaba al techo de la casa adyacente, se dio la vuelta y vio una poderosa luminiscencia expandirse alrededor del orbe y forzar al edificio hacia el suelo, aplastándolo en forma cilíndrica a través del centro de la casa.

Un estruendo resonó por las calles de la ciudad, y una enorme nube brotó de los escombros.

Los vecinos salieron corriendo para ver qué había pasado, pero quedaron cegados por la densa nube de polvo.

Con el paso del tiempo y cuando la visibilidad mejoró, Cecily miró hacia abajo desde el techo al sitio colapsado; la habitación donde Janice y las demás habían estado estaba aplastada hasta los cimientos en el fondo del sumidero, cualquier semejanza con su forma original completamente destruida. Además, parecía que había lámparas de aceite dentro de la habitación, ya que brillantes llamas rojas se extendían por los escombros.

Cecily le dio la espalda a la escena que tenía abajo, satisfecha.

No quería reflexionar más sobre su pasado, y su deseo de comenzar su nueva vida crecía más fuerte cada segundo.

Con esto, su venganza estaba hecha. Cecily la pirata había muerto a manos de su tripulación traicionera, y Cecily la Vengadora había muerto en la habitación con Janice y las demás, aplastada por un misterioso acto de Dios.

El sol de la mañana saldría sobre el rostro de Cecily la Aventurera.

Se convertiría en la aventurera que exploraría la mazmorra en la Isla Monte Chris. Podría no ser una vida fácil, pero al menos no sería una vida criminal; sería su oportunidad de hacerse un nombre, ahorrar dinero y criar una familia adecuada.

Sin querer, el rostro de cierto hombre vino a su mente.

Eso solo hizo que Cecily sintiera que no podía esperar a que amaneciera.