DTYWY 67: La petición de la Madam

Capítulo 67: La petición de la Madam

Lector Beta: My_Own_Worst_NPC

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Una alarma suena en el fondo de mi habitación dentro de la cueva, indicando que es hora de despertar. Al mismo tiempo, la luz de la lámpara mágica se vuelve cada vez más brillante hasta iluminar por completo la estancia. Como no hay ventanas, coloqué una lámpara con temporizador, otra herramienta mágica que creé usando magia de creación.

Me estiré con fuerza y abrí los ojos para ver a Sierra, que dormía justo a mi lado. Su cabello plateado se esparcía sobre las sábanas, enmarcando su rostro pequeño, mientras sus ojos rojos me miraban fijamente. El cuello de su pijama estaba abierto, dejando al descubierto su clavícula y su piel blanca como la nieve.

Tenía ganas de tocar su cabello, pero esta mañana me sentía algo cohibido, a pesar de haberlo hecho muchas veces durante nuestros juegos de rol de hermanos.

—¿Qué ocurre? —preguntó Sierra sin siquiera saludarme primero. Quizás se deba a mi comportamiento extraño.

—Sierra, eres muy linda, ¿lo sabías?

—Soy plenamente consciente de ello.

No había arrogancia en sus palabras, solo una afirmación objetiva. Mi mente estaba algo confusa por la falta de sueño, pero poco a poco recuperé la claridad.

Ah, cierto. Anoche hubo un asesinato, por eso Sierra durmió aquí por precaución.

Pero, ¿por qué se esfuerza tanto? No somos amantes, solo amigos, aunque administramos la posada como si fuéramos hermanos.

—Sierra, ¿por qué te quedas conmigo y me haces compañía?

Ella pareció desconcertada por la pregunta repentina.
—Si me preguntas por qué… es porque eres mi Onii-sama… ¿no crees?

Sierra una vez me dijo que no pasaría la noche con cualquier hombre. Primero tendrían que entender sus hábitos en la relación [1], además de cumplir con sus criterios de personalidad, inteligencia y apariencia. No muchos hombres calificarían.

—En tu caso, Shirou, tu personalidad es perfecta y tu inteligencia es aceptable, aunque por poco. En cuanto a tu apariencia…

—¿Qué pasa con ella…?

—Bueno, si tuviera que puntuarla, sería un 70 como máximo. Pero no te preocupes, no me importa mucho el físico, así que no es un problema.

¡Qué duro!

Aunque, incluso en la Tierra, el aspecto no suele ser lo más importante. La atracción sexual depende más de cómo actúas y tu estilo.

—Oye, Sierra… eh, somos amigos, ¿verdad?

—Shirou, ¿por qué me haces preguntas tan vergonzosas a esta hora?

Supongo que sí… Es que, aunque la considero una amiga, a veces también la veo con deseo. Y saber que ella se queda toda la noche para protegerme, mientras yo pienso así, me hace sentir avergonzado.

—Sé que es incómodo, pero necesito preguntártelo… ¿alguna vez has sentido lujuria por mí?

—¿Hm? Bastante, en realidad. Eres bastante erótico.

Al oír eso, sentí que mis hombros se relajaban un poco.

—Ya veo. Así que no era solo yo.

—¿Por qué te preocupas tanto?

—Porque, aunque somos amigos, hay tensión sexual entre nosotros. ¿No te parece raro?

—¿En serio es tan raro? Si alguien me interesa, probare suerte con ello, aunque sea mi amigo. ¿No es eso el instinto básico? La única duda es si la otra persona aceptará o rechazará mis avances.

—Y, Sierra… ¿crees que yo soy alguien con quien intentarías algo?

—¿Qué es esto? ¿Estás coqueteando conmigo?

Su tono era juguetón, pero mi pregunta era seria. No es que quiera una relación física con ella. De hecho, es todo lo contrario: si Sierra desea eso, creo que deberíamos mantener cierta distancia.

Porque Sierra ama a su hermano de manera sexual. [2]

No me molesta el juego de roles fraternales, pero en realidad, ella es mucho más madura que yo: una mujer adulta con experiencia. Lo entendí después de vivir con ella y conversar mucho. Y sé que, si tuviera una relación física con Sierra, nunca sería igualitaria.

Yo sería dominado. Para estar con ella, una vampira, tendría que convertirme en su familiar y perdería mi libre albedrío.

Y siento que esa relación sería insoportable.

Sierra, percibiendo mi incomodidad, cambió ligeramente de actitud.
—Hmm, bueno… Me daría celos si Shirou se acostara con otra mujer. Pero es similar a lo que sentiría una hermana cuando le arrebatan a su hermano. Seguro lo entiendes, ¿no?

—Lo siento, pero no lo entiendo.

Más que los celos fraternales, parece el berrinche de un niño cuando le quitan su juguete.

—¿Tan incomprensible te resulta? En fin… ¿aún te parezco aterradora?

—Sí, algo así… Tal vez porque siento que intentas moldearme a tu gusto.

—Como pensé, tu inteligencia está por encima del promedio. Pero no te preocupes, también existe el placer de rendirse ante tu pareja.

Justo por eso me da miedo.

—Lo siento, pero mi instinto me dice que no lo haga.

—Ah, ya veo.

Sierra rió con gran diversión.

—Quédate tranquilo, Shirou, jamás te obligaré. ¡Eres mi amigo importante, después de todo! Y además…

—¿Y además?

—Pareces algo tenso. Estoy pensando en ayudarte con eso, ¿qué dices?

Y cuando miré hacia abajo…

¡Es mañana!

¡Está duro como roca!

¡Mi "Soldadito"!

Sierra lo señalaba con su dedo índice mientras su lengua roja lamía la comisura de sus labios.

—No te preocupes, Shirou. Después de todo, solo somos eso: amigos.

N-No… Esto es malo… Siento que si me rindo aquí, no habrá vuelta atrás.

—…………………………………………………………Lo siento, no.

—¡Hoohohohoho! Qué lástima. Y yo que ofrecía consolarte como amiga. [3]

Sierra rió y salió de la habitación.

Ahora que lo pienso, he estado alterado desde anoche. Supongo que el ritual matutino tomará más tiempo de lo habitual…

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Mientras preparaba el desayuno para los huéspedes, horneé bizcochos, magdalenas y otros pasteles.

—Huelo algo dulce. ¿Es el postre de hoy?

Sierra había llegado a la cocina siguiendo el aroma.

—Sí. Ya aparte una porción para ti; esta es para los chicos.

Sabía que probablemente estaban ansiosos por el asesinato de sus compañeros prostitutos, pero quería saber más, así que decidí visitarlos con un regalo. Aunque solo tengo contacto con ellos ocasionalmente, no por eso dejo de preocuparme. Uno incluso había venido a nuestro restaurante con un cliente.

—Iré contigo, entonces.

—Es de día, así que creo que basta con que Wonders y Harrys me escolten.

Como podrían sentirse más cómodos hablando con alguien de su mismo sexo, rechacé su oferta.

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El burdel estaba en las afueras del distrito comercial.

Los prostitutos solían despertarse al mediodía, así que fui después de almorzar. Eran cerca de la 1 p.m. cuando llegué, y estaban almorzando. Tenían frutas, pan, embutidos y sopa de verduras, un menú decente.

—Ningún cliente querría abrazar a hombres esqueléticos, así que al menos nos aseguran las comidas —dijo Lloyd, el calvo con cabello tipo código de barras y el más veterano del grupo.

Como siempre, su síndrome metabólico [4] y su camisa roja chillona eran difíciles de ignorar.

También mencionó que, aunque comían tres veces al día, rara vez tenían dulces, lo que explicaba el entusiasmo al ver los pasteles.

—¡Los clientes nunca nos traen dulces, pero exigen que nuestro servicio sea impecable hasta el último detalle!

—¡Y siempre piden que les lamamos entre las piernas! ¡Es lo único en lo que piensan! ¡Si tanto les importa, que al menos se laven con agua!

Los hombres conversaban animadamente mientras comían.

—Pero igual, fue un incidente aterrador, ¿no?

—Sí. Por cierto, yo encontré el cadáver —dijo Clive, un joven de mi edad y el más atractivo entre los prostitutos de la isla.

Clive y Lloyd eran los más populares. Entendía que Clive lo fuera, pero me sorprendió que Lloyd también. Aunque, según dicen, Lloyd siempre sonríe, acepta casi todas las peticiones de los clientes y es muy atento. En resumen: puede que pierda en apariencia, físico y edad, pero compensa con la calidad de su servicio. Su naturaleza receptiva y afectuosa conquista a las aventureras más rudas.

Clive, en cambio, aunque joven y guapo, solo ofrece servicios manuales y orales.

—Entonces, Clive-san, ¿fuiste el primero en encontrar el cuerpo?

—¡Sí! El recuerdo me persigue en sueños. Estaba tirado en el baño, cubierto de sangre. Descubrieron después que lo apuñalaron varias veces.

Parece que el asesino lo atacó con saña, incluso después de muerto.

—¡Fue alguien que odia profundamente a los hombres! ¡No hay otra explicación!

Sentí un escalofrío a pesar del clima tropical.

—¿Hay pistas sobre el culpable?

—No hemos oído nada. ¡Oh, qué miedo! —Un mechón del flequillo de Lloyd se desprendió y se pegó a su amplia frente.

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Salí del burdel y eché un vistazo al baño donde ocurrió el crimen, pero ya estaba en uso normal. En este mundo isekai, no hay líneas amarillas para preservar pruebas. Las manchas de sangre fueron limpiadas por los slimes durante la rutina matutina.

Los prostitutos estaban tomando precauciones: iban al baño en grupo o pedían a las empleadas que los acompañaran. Pero si el asesino es un cliente, no hay forma de evitarlo. No se puede pedir que te vigilen mientras… bueno, en realidad sí se puede, pero cuesta extra.

En cualquier caso, Clive, que tiene ahorros, dijo que tomará un descanso y no aceptará clientes por un tiempo. No vino a la isla por dinero, sino para refugiarse tras un conflicto con el marido de una clienta (un aristócrata) en la capital.

Pero no todos pueden permitírselo. Los que necesitan dinero no tienen más remedio que entregar sus cuerpos a las clientas, temiendo que alguna sea la asesina.

Al salir del burdel con impotencia, me encontré con Madam Damas, la Donna (la líder) del distrito comercial, inclinándose cortésmente.

—Buenas tardes, Madam Damas.

—Qué casualidad encontrarte aquí, Okami-san. Justo iba a mandar a buscarte.

¿Oh? Es raro que la Madam quiera verme. ¿Quizás un encargo de comida?

—¿En qué puedo ayudarla?

—Sí, tengo un favor especial que pedirte.

—¿En serio…?

—Okami-san, me preguntaba si podrías ayudar a vigilar a mis chicos, para garantizar su seguridad…

—…¿Disculpe?

—Como dije, ayúdame a protegerlos.

¿No es esta petición demasiado irrazonable? Ni siquiera puedo mediar cuando Lloyd y Clive discuten.

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Notas:

1. "Hábitos en la relación": Básicamente, el hombre debe poder entrar en el juego de rol de hermanos con ella.

2. "Ama a su hermano de manera sexual": Sierra anhela una relación incestuosa con su hermano, mientras que Shirou se incomoda con la idea, de ahí su rechazo a una relación física. Además, para estar con una vampira como ella, Shirou tendría que convertirse en su familiar y perder su libertad.

3. "Ohohohoho!": Sierra, pese a su fachada adorable, es peligrosa. Su risa es al estilo "ojou-sama" (señorita noble), no como Santa Claus.

   • Ejemplo de risa ojou-sama: "¡Hoohohohoho!" (elegante y burlona).

     

   • NO como: "¡Jojojo!" (risa de Papá Noel).

     

4. "Síndrome metabólico": Lloyd tiene una barriga prominente por exceso de grasa.