DTYWY 97: Nuestra última cena, nuestra última noche juntos

Capítulo 97: Nuestra última cena, nuestra última noche juntos

Lector Beta: My_Own_Worst_NPC

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Era por la tarde y estaba preparando té dentro del carruaje; como temía, no estaría bien hacer una aparición tan grandiosa sin invitar a la persona más distinguida del fuerte a tomar el té.

—Goku, ayúdame a preparar el té de la tarde.

Estos dos Gokus se han vuelto muy hábiles, sus movimientos son tan sofisticados como chefs experimentados. Incluso la disposición de la fruta para el refrigerio es artística. Después de que terminen de hacer los sándwiches, hornearán los bollos de té, y con eso nuestros preparativos deberían estar completos.

—Miina y Rouge, por favor preparen la mesa y el toldo afuera, ¿de acuerdo?

El clima está despejado hoy, así que sería agradable tomar el té al aire libre. También preparé una estufa mágica para que no hiciera demasiado frío.

Mientras esperaba a que el té estuviera listo, Cecily regresó.

—Huele realmente delicioso aquí.

—Estamos horneando algunos bollos para el té de la tarde. ¿Crees que sería grosero invitar a la condesa y a la princesa?

—Está bien. Más bien, creo que estarían encantadas. Mira, Shirou…

Cecily me llamó mientras yo organizaba los sándwiches. Pero no quiero escuchar lo que tiene que decir ahora; ya sé de qué va a hablar.

—Shirou. Tengo algo que decirte —volvió a llamar, esta vez con más fuerza.

—¿Qué pasa? —intenté sonar casual, pero mi voz tembló.

—Shirou, he decidido irme con la princesa Evangeline.

—Entiendo… —la escuché sin dejar de preparar todo.

—Shirou, ¿te gustaría unirte a nosotras también?

—¿Es porque necesitas mi habilidad de Magia de Creación?

—No es eso. Yo… solo quiero que estés a mi lado.

El rostro de la gentil y a veces torpe ex-pirata había adoptado la expresión de una soldado severa.

—Cecily… Sabes cuánto te amo, pero no puedo seguir este camino contigo.

—¿No importa qué?

—Así es. No importa qué.

Creo que he hecho una declaración lo suficientemente clara. No importa cuánto la ame, no quiero ir a un lugar que se convertirá en un gran campo de batalla. [1]

—Sí, tenía la sensación de que dirías eso. Y para serte sincera, siento que es mejor así.

Cecily sacudió la cabeza con una leve sonrisa. Y eso me hizo llorar.

—Cecily.

Quería abrazarla, pero Miina y Rouge, que habían terminado sus preparativos, me llamaron. —Okami-san, ya terminamos de preparar la mesa.

—Entonces, ¿podrían llevar los platos allí?

—¡Entendido!

Mientras tanto, la tetera en la estufa había comenzado a silbar.

—Cecily, ¿podrías invitar a la princesa y a la condesa?

—De acuerdo.

Sin nada más que decir, Cecily comenzó a alejarse del carruaje.

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El té de la tarde con la princesa Evangeline y la condesa Elmo transcurrió sin problemas.

—Nos dirigimos hacia la Fortaleza Bawanda, donde la Princesa Guerrera de Regalta está haciendo su resistencia, y reuniremos más gente en el camino. Puede que nos traten como aristócratas y no como realeza allí, pero en última instancia planeamos recuperar nuestras tierras y restaurar nuestro reino.

La princesa Evangeline explicó con entusiasmo su plan para el futuro.

Hay gente en muchos lugares que ha sido expulsada de sus tierras debido a la guerra, y parece que planean reunir a esos vagabundos y dirigirse al este. Según ella, hay más de 300 soldados solo en este fuerte, con muchas más unidades trabajando por separado.

—¿Qué tal, no te unirás a mí? Tener a una persona noble como tú a mi lado realmente me animaría.

Fue un poco gracioso que una chica de dieciséis años me hiciera una proposición, pero rechazé educadamente la oferta. En primer lugar, ya había rechazado la invitación de Cecily, así que no había forma de que pudiera aceptar la oferta de la princesa así.

Además, creo que no ir con ellos es la mejor opción posible para mí. Podrías decir que estoy siendo presumido o engreído, pero hay una buena posibilidad de que haya conflictos por mí si voy. Habrá una pelea entre la princesa y Cecily, sin mencionar que Chris también está en la Fortaleza Bawanda. Y por un momento, tuve este pensamiento idiota de tener un cuarteto, pero rápidamente pasó y me sentí disgustado por tener tal idea…

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Después de que terminó el té, reuní a las chicas y anuncié oficialmente la disolución de nuestro grupo del santo.

—¡No digas eso! Iré contigo dondequiera que vayas, Okami-san —Miina se aferró a mí con lágrimas en los ojos.

Sin embargo, no puedo dejar que haga eso.

—Me alegra que pienses así de mí. Estoy realmente agradecido por todo lo que has hecho por mí hasta ahora, Miina. Sin embargo, creo que sería mejor que nos separáramos. Deberías encontrar a alguien con quien puedas ser feliz.

Me siento un poco mal por ella, pero no tengo intención de formar una pareja con Miina.

—Este es el final de nuestro viaje juntos. Rouge, Cecily, he estado bajo su cuidado hasta ahora, y no creo que pueda agradecerles lo suficiente.

—No, soy yo quien debería agradecerte, Shirou. Después de todo, arriesgaste tu vida para salvarme en la mazmorra. Realmente quería quedarme a tu lado por el resto de mi vida…

—Lo sé. Pero también entiendo que tienes una obligación que cumplir. Rezo para que algún día puedas restaurar tu reino.

Y luego me giré hacia Rouge, y vi que estaba llorando, a pesar de que normalmente solo bromea.

—¡Shirou-san!

Rouge de repente me abrazó, y yo devolví el abrazo tratando de transmitir mi gratitud.

—Rouge, realmente hemos pasado por mucho juntos, ¿verdad?

—Shirou-san… Quiero hacerlo al menos una vez contigo.

Mira, realmente arruinaste el ambiente, ¿sabes?

¡¡Y deja de acariciarme la entrepierna!!

—Lo siento, no haré sexo de despedida.

Sollozos —Shirou-san, qué malo eres.

No significa no, ¿de acuerdo?

Quería dar un cierre adecuado a nuestra despedida, pero desafortunadamente la princesa Evangeline debe partir mañana por la mañana. También tienen sus propios preparativos que hacer, así que no pueden permitirse retrasar su horario. Y así, los cuatro decidimos comer nuestra última cena juntos, y comencé los preparativos de la comida.

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Hice mucha comida y todos fuimos a un claro a poca distancia del fuerte para comer juntos.

Todos sonreían y trataban de animar la mesa. Pero a medida que la comida desaparecía lentamente de los platos y el vino se agotaba de nuestras copas, nuestra conversación también se volvía cada vez menos.

—Creo que es hora de que nos vayamos a dormir —murmuró Cecily mientras se levantaba de su asiento.

—Goku se encargará de limpiar, así que todas ustedes pueden ir a descansar.

Mañana, las chicas comenzarían su largo viaje hacia la Fortaleza Bawanda. No será un viaje despreocupado como el que hemos hecho hasta ahora; en cambio, será una experiencia dura donde vivirán cada día bajo la amenaza de un asalto imperial.

—Buenas noches.

Besé la mejilla de Miina al desearle buenas noches. Y luego, besé la de Rouge. Ambas se sorprendieron por lo que hice, pero no se me ocurrió nada más que las complaciera.

—Como lo hiciste demasiado repentino, no pude hacer que tu beso cayera en mi boca.

Supongo que Rouge siempre será Rouge.

—Lo siento, pero no te volveré a besar.

—Realmente lamentable.

Este es un beso de despedida. Sería demasiado vergonzoso hacerlo mañana frente a la princesa y la condesa, por eso lo hago esta noche.

Y finalmente, me giré hacia Cecily.

—Shirou, yo…

Estaba tratando de decir algo, pero rápidamente envolví su boca con la mía. Luego la abracé con fuerza.

—Muchas gracias por todo, Cecily. Nunca olvidaré tus sentimientos por mí —y luego susurré en su oído—: "Esta noche, después de que todos estén durmiendo, ven al carruaje".

Sentí que mi voz temblaba. Esta podría ser la primera vez desde que llegué a este mundo que invito a alguien directamente.

Pero si no hacía esto, entonces la demasiado recta Cecily nunca pondría un dedo sobre mí hasta el final, a pesar de que existe la posibilidad de que nunca nos volvamos a ver…

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Ya son las 11 PM y Cecily aún no ha aparecido.

Existe la posibilidad de que no venga esta noche. ¿Quizás es demasiado recta como para realmente tocar a alguien con quien ha jurado no hacerlo, aunque le haya dicho que está bien?

—Bueno, qué sabes, supongo que me han dejado plantado… —le dije eso a Goku, pero él solo inclinó la cabeza con curiosidad.

El interior del carruaje estaba un poco sofocante, quizás porque la calefacción estaba demasiado alta. Así que abrí la puerta del carruaje, pensando que me recibiría el viento nocturno. Sin embargo, lo que me esperaba fue algo impactante.

Era la imagen de Cecily parada justo frente al carruaje, en medio de la noche, con el rostro pálido por el viento frío.

—¿Cecily?

Ahora que miré más de cerca, sus labios también se habían vuelto azules. Y creo que está temblando.

—¿Cuánto tiempo llevas parada ahí?

—No estoy segura…

Toqué su mano, y estaba fría como el hielo.

—Dios mío, Cecily, idiota. Entra rápido.

La jalé rápidamente dentro del carruaje, la senté frente a la estufa mágica y luego le preparé una bebida.

—Toma, bebe un poco de brandy para calentar tu cuerpo.

Cecily permaneció quieta mientras miraba el vaso que acababa de entregarle.

—¿Por qué no entraste al carruaje?

—Tenía miedo de que, si te veía esta noche, perdería mi determinación de seguir a la princesa Evangeline…

Cecily, realmente eres una mujer demasiado recta…

—No deberías haberte preocupado por eso. Eres demasiado decidida, nunca perderás tu determinación.

Acerqué a Cecily y la abracé. Puedo sentir que su cuerpo también está frío como el hielo.

—Puede que nunca nos volvamos a ver, Cecily. Quiero que me abraces por última vez juntos…

—Shirou…

Aun así, Cecily dudaba en hacer un movimiento.

Muy bien, me estoy impacientando ahora.

Tomé el vaso de brandy de su mano y se lo hice beber con mi boca a través de un beso. [2]

—Mmhh… ¡Puha!

Podía sentir que la temperatura corporal de Cecily aumentaba, aunque no era por el brandy.

—Cecily, escucha. Si no quieres hacerlo, entonces me detendré ahora mismo. Pero si no te importa, quiero que me abraces hasta el final.

—E-entendido.

—Si te parece bien, ¿podrías mimarme por un rato?

Será nuestra última vez juntos, así que realmente estoy deseando que me mimen tus colosales pechos.

—Eh, entendido. T-también tengo una petición que hacer.

—¿Qué es?

Cecily tomó una botella de brandy que estaba cerca, la sirvió en un vaso y tomó un gran trago.

—Yo… yo…

¿Qué? ¿Por qué duda?

Cecily tomó otro gran trago de brandy.

—Quiero…

—¿Sí?

—¡Quiero ser la de abajo! ¡Me gusta ser la qque recibe!

¿Por qué tiene que decir algo que hará que sea más difícil para nosotros separarnos al final?

—E-está bien. Hagámoslo por turnos, ¿de acuerdo? Primero, yo seré el mimado. Después de eso, seguiré a la ofensiva hasta que tires la toalla.

—Eh, sí.

El rostro de Cecily, que había estado pálido, ahora se puso rojo como un tomate. Su respiración se volvió más caliente, y sus ojos eran una mezcla de anticipación y melancolía.

Desabotoné la camisa de Cecily con un gesto audaz que incluso a mí me sorprende. Y allí estaban, el par de pechos más grandes que he tenido la suerte de ver, temblando ante mí.

—Entonces, Shirou… Ven aquí.

Cecily, en toda su desnudez, se sentó al borde de la cama y golpeó su rodilla.

—¿Qué vas a hacer?

—¿No dijiste que querías que te mimaran? Estaba pensando en una almohada de regazo, para empezar…

¡Está aquí…! ¡Finalmente está aquí!

Con mi corazón sintiendo que iba a explotar de anticipación, me apresuré a acercarme al lado de Cecily.

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[1] Solo un recordatorio de que planean revivir el Reino de Luwei, y que se dirigirán a la Fortaleza Bawanda, que actualmente está siendo atacada por el imperio.

[2] Vaya. Eso es audaz.

¡Bien por ti, Cecily! Finalmente lo estás haciendo con Shirou. Y al mismo tiempo me entristece que ya no estarán juntos.