Capítulo 6: Escape
Nota del traductor: Ahora uso marcas de tiempo para indicar transiciones
Sorprendido por las palabras de Chris, eché un vistazo al contador.
Lima de Hierro - Tiempo restante: 01:55:28
Dos horas hasta que esté listo...
—Por favor, no seas impaciente, Chris-sama. Definitivamente podré quitar esos grilletes pronto.
—No, no podrás hacerlo con tu fuerza. Esta es nuestra única opción.
—Por eso, como ya dije, puedo usar Magia de Creación. Ahora mismo estoy haciendo una lima de hierro, así que espere hasta que esté terminada.
—Shirou, los hombres no pueden usar magia...
Chris todavía no creía que yo pudiera usar magia. Es comprensible, supongo.
Quizás en este mundo, la idea de un hombre usando magia es tan absurda como que el edificio del gobierno de Tokio se transforme en un robot gigante. Aún así, necesitaba disuadirla.
—¡Se lo ruego! ¡Espere solo 1 hora, 54 minutos y 34 segundos!
—¿Q-qué pedido tan específico...?
—¡Para entonces, la lima estará lista!
Intenté persuadirla mostrándole mi reloj.
—¿Qué es ese brazalete? ¿Qué intentas mostrarme?
No conoce los relojes...
Además, los números en la esfera probablemente usan caracteres diferentes a los de este mundo.
—¡D-de cualquier modo, espere dos horas más, por favor!
Chris respiró hondo.
—Está bien, entiendo. De cualquier forma, es mejor escapar de noche. Pero prométeme que me ayudarás con mi plan en dos horas.
—¡Lo prometo!
Finalmente logré que Chris pospusiera el plan. La lima estaría lista en menos de dos horas, así que habría tiempo para explicar después.
O eso pensaba...
—Faltan poco menos de dos horas.
—No, todavía faltan 1 hora y 26 minutos. Espere 28 minutos más.
Lima de Hierro - Tiempo restante: 00:27:14
—¿Qué dices? Hablas como si pudieras medir el tiempo sin escuchar las campanas del templo.
—Por eso, este reloj me permite saber la hora.
Volví a mostrarle mi reloj de pulsera, pero parecía que aparecían signos de interrogación sobre la cabeza de Chris.
—Es suficiente. Shirou, prepárate.
Mientras decía eso, su mano se acercó al trozo de madera rota.
¡¿Qué debo hacer?!
Colocó el pedazo de madera en el suelo, con el lado afilado hacia arriba.
—Debemos sostenerlo para que no se mueva.
¿Así que vas a golpear tu muñeca contra el borde afilado?
¡¡No lo hagas!!
¡No quiero que lo hagas!
—Espere un momento más. Se lo suplico. Solo aguante un poco.
—Es nuestra única forma de escapar. Por favor, entiéndelo, Shirou.
¿Qué debo hacer?
¿Cómo puedo hacer que espere 27 minutos más?
¡Piensa!
¡Piensa, Shirou, piensa!!
—¡¡Por favor, abrázame fuerte!! —finalmente solté.
Sabía que no era la idea más brillante, pero era todo lo que se me ocurría.
—¿Qué dices en un momento como este?
—Es que... tengo miedo. No creo poder hacerlo. Por eso... necesito que me des valor, Chris-sama...
¿Funcionará esta excusa?
—Fuuh... Está bien. Si te da el valor para hacerlo, no me importa abrazarte de nuevo. Aunque el banco está roto...
¿Eh? ¿En serio? ¡¿Un éxito rotundo?!
Entonces me besó mientras me hacía un kabe-don (nota: empujándome contra la pared).
Aunque solo le pedí un abrazo... no me quejo.
—Ah, el piso de piedra está frío...
—No te preocupes, te calentaré...
Chris estaba siendo muy agresiva. Aunque yo la invité...
Su lengua roja recorrió mi pecho, y comencé a cerrar los ojos por lo placentero que era.
Espera, debo aguantar... al menos hasta que la lima esté lista.
—————————————————————————————————————————
¡Ding!
Lima de Hierro - Tiempo restante: 00:00:00
Producción de lima de hierro completada. Especifique ubicación de aparición.
Mientras Chris me abrazaba, me alivió escuchar el anuncio. La lima está lista justo cuando terminamos.
Chris se separó lentamente y dejó un beso en mis labios.
—Shirou, ya no tienes miedo, ¿verdad?
—No, ya no.
Bueno, fue vergonzoso que solo se me ocurriera ese plan, pero al menos funcionó. ¡Por fin completé la lima!
—Chris-sama, mire esto.
Abrí las manos frente a mí y especifiqué que la lima apareciera en mi palma.
—¿¡C-cómo es posible!?
Chris se frotaba los ojos como si dudara de lo que veía. Se veía muy cómico.
—¿Qué piensa de mi magia de creación?
—No, eso es... ¿eh? No puede ser, pero...
Parecía profundamente confundida.
—Como acaba de ver, puedo crear cosas con magia.
—Shirou... ¿eres en realidad una mujer?
—...¿No es Chris-sama quien debería saber mejor que nadie que no soy una mujer?
—B-bueno, sí, pero puedes usar magia...
Chris se rascó la mejilla, desconcertada.
—En fin, cortemos los grilletes con la lima.
Chris se sentó en el banco roto, y yo me arrodillé frente a ella. Para amortiguar el sonido del metal, envolví la lima con su chaqueta.
Aunque en realidad estoy limando los grilletes, desde la ventana solo se vería como si Chris me estuviera "atendiendo" con sus piernas...
Un disfraz perfecto.
—Corta la cadena que une los grilletes. Así se anulará la Resistencia Mágica.
—Entendido. Por cierto, Chris-sama...
—¿Sí?
—¿Por qué me acaricia la cabeza?
—Es para engañar a los guardias. Además, tu cabello es tan suave que es agradable tocarlo.
¿En serio? Solo me lo lavo una vez a la semana...
Después de unos 30 minutos de limar, ya estaba sudando copiosamente. Pero gracias a mis esfuerzos, el 90% del trabajo estaba hecho.
—Ya casi termina. Intenta tirar de ambos lados.
—Así...
Con un último esfuerzo, la cadena finalmente se partió.
—Kukuku, buen trabajo, Shirou.
—Gracias. ¿Ahora podrá escapar de la prisión?
—Absolutamente.
Mirando por la ventana, vimos que la guardia se había quedado dormida en su silla.
Cuando Chris apuntó con su palma y murmuró un hechizo, una niebla rosácea envolvió a la guardia.
—¿Qué hizo?
—Niebla del sueño. La hundirá en un sueño más profundo. No despertará hasta la mañana.
Luego nos acercamos a la ventana con barrotes. Uno de ellos había desaparecido (usado como material para la lima).
Chris lanzó otro hechizo, y su mano se cubrió de luz roja. Saltó con una altura sobrehumana y cortó los barrotes restantes con su mano, ahora afilada como espada.
—Increíble...
—Fufu~, pocas mujeres tienen esta fuerza mágica, ¿sabes? —dijo orgullosa.
Saltó primero y luego me sacó a mí con un solo brazo.
Peso 59 kg, y aún así me levantó sin esfuerzo...
Finalmente estábamos fuera de las celdas. Hacía tanto tiempo que no respiraba aire libre. El área estaba desierta y oscura.
—Apresurémonos, Shirou. No hagas ruido.
Y así, Chris comenzó a avanzar sigilosamente.
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