DTYWY 20: ¡Bienvenidos! A la Isla Monte Chris

Capítulo 20: ¡Bienvenidos! A la Isla Monte Chris

Uf. Por fin llegamos al capítulo 20. Esperemos llegar al objetivo de 30 capítulos para finales de octubre.

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Los tres Pteranodones (nombre temporal) se acercaban cada vez más y comenzaron a volar en círculos sobre la isla.

Sin embargo, al mirar más de cerca, pude ver que tenían algo parecido a monturas en sus lomos y que había personas sobre ellas. Parecían estar explorando la isla desde el cielo.

¿Tal vez buscaban un lugar para aterrizar?

Si era así, había una gran probabilidad de que aterrizaran en la Costa Creciente, ya que es la zona más despejada de la Isla Monte Chris.

Contuve la respiración mientras observaba cómo los tres Pteranodones se preparaban para aterrizar y descendían hacia la costa creciente.

Es posible que hayan notado mi cueva, ya que el área alrededor había sido despejada de árboles para dejar entrar más luz solar. Mi decisión de preparar un campo allí podría haber salido mal.

Aun así, no todas las personas en este mundo están empeñadas en atacarme como las soldados o las piratas, y algunas podrían ser decentes, como Chris y Cecily. En ese caso, debería prepararme para hacer el primer contacto con ellas.

Como esperaba, los tres Pteranodones aterrizaron en la playa. Supongo que necesitaban una pista larga, como los aviones, para aterrizar y despegar: corrían por la playa con un sonido de golpes al frenar. No creo que pudieran despegar verticalmente tampoco.

Mientras las criaturas bajaban sus alas, las personas que las montaban se bajaron y revisaron su entorno.

—Louise, no bajes la guardia. No sabemos qué peligros podrían acechar aquí. Además, recuerda que los wyverns son más peligrosos al desmontar.

—¡Sí, capitana!

La capitana parecía una mujer de unos 40 años. Lucía tranquila, serena y con un aire de belleza digna, mientras que la chica llamada Louise era una adolescente de edad escolar, aparentemente una novata.

Además, resultó que las criaturas que montaban eran wyverns, no Pteranodones. Ahora que lo pienso, se ven un poco más alargados que un Pteranodón.

—No hay enemigos por aquí. ¿Deberíamos ir al campo que vimos desde el cielo? Si hay gente aquí, ese es probablemente el único lugar donde podrían estar —preguntó una mujer de casi 30 años a la capitana con una voz un tanto nasal.

Daba la impresión de ser una chica coqueta.

¿No una coqueta, sino una devoradora de hombres? [1]

—Muevanse. Mira, hay un camino que lleva hacia el campo.

Ese es el camino que Iwao construyó. En estas condiciones, era imposible que no encontraran la cueva. Si es así, era mejor saludarlos y dar una buena impresión.

Además, la capitana y la chica llamada Louise no parecían malas personas. Y la chica coqueta tampoco parecía tener una mala personalidad.

—Hola —salí de los arbustos y traté de saludarlos de manera un tanto adorable.

¿Habré actuado demasiado fuera de lugar?

Las tres se sobresaltaron por mi aparición repentina, pero bajaron la guardia al verme desarmado y siendo un hombre.

—Lamento sorprenderlos con una visita tan inesperada. Somos un equipo de investigación del Instituto Nacional de Administración y Estudios Territoriales del Imperio Rurugoa. Yo soy la capitana Alyssa Milano.

Imperio Rurugoa… ese es el país enemigo del Reino de Regalta, al que pertenece Chris.

—Yo soy Shirou Sanada. Vivo solo en esta isla.

—¿Vives solo aquí? ¿En serio? —gritó la chica coqueta.

—¿Cómo terminaste aquí completamente solo? —la capitana Milano me miraba con seriedad.

No podía decirles que llegué aquí escapando de la mazmorra del Imperio junto a Chris, su general enemiga.

—Naufragué aquí cuando era niño —solte la mentira sin pensar.

—Mmm… pero tu ropa parece nueva a pesar de lo que dices…

Llevaba los mismos pantalones y camisa de algodón que traje de la Tierra. Aunque estaban bastante gastados, aún estaban en buen estado.

—Eso es porque… no es que esta isla esté completamente aislada. En raras ocasiones, barcos piratas y mercantes pasan para reabastecerse. Hice algunos trueques con ellos…

¿Habrá sido suficiente como excusa?

—Ya veo. Como es mala suerte dejar subir a un hombre a bordo de un barco, nadie te ha rescatado hasta ahora. Debe haber sido duro.

No sé qué clase de superstición era esa, pero al menos aceptaron mi explicación.

—Sí, por suerte hay muchas frutas en esta isla. También hay cabras, ciervos y otros animales. Y puedo pescar bastante aquí.

—Mmm… Por cierto, ¿alguna vez ha venido un cobrador de impuestos a este lugar?

—¿Disculpa?

—Pregunto si alguna vez te han pedido pagar impuestos.

—Lo siento. Ni siquiera sé a qué país pertenece esta isla.

—Ya veo. Este lugar pertenece al Imperio Rurugoa. No sé qué forma tomará en el futuro, pero ten en cuenta que eres un súbdito del Imperio Rurugoa. [2]

No tenía sentido discutir, así que asentí obedientemente.

—¿Eso significa que tendré que pagar impuestos a partir de ahora?

La chica coqueta intervino en respuesta a mi pregunta.

—Si vinieran hasta aquí a cobrar impuestos, saldrían perdiendo mucho. No te preocupes, nadie vendrá a cobrarte.

—Leanne, deja de hablar sin pensar. Eso lo deciden los superiores, no nosotras.

—Síííí.

Aunque la capitana Milano la regañaba, no parecía arrepentirse en lo más mínimo.

—Por cierto, Shiro, ¿hay algún lugar donde podamos descansar? No hemos tenido tiempo de comer, ya que hemos estado en un vuelo de reconocimiento desde muy temprano hoy.

—Bueno, entonces, por favor, vengan a mi casa.

Luego guié a las miembros del equipo de investigación de vuelta a la cueva.

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Cuando regresamos a la cueva, nos recibieron tres Iwaos haciendo guardia con garrotes en las manos.

—Iwao, estas mujeres son invitadas. Retrocedan.

Ante mis palabras, los Iwaos que bloqueaban la entrada se apartaron.

—Shirou, ¿estos son…?

—Son mis golems.

—¿Golems? Shirou, ¿eres un hombre, verdad?

Así es. En este mundo, los hombres no pueden usar magia. Bajo esa lógica, probablemente no hay hombres que puedan usar golems.

—Bueno, no sé por qué, pero me obedecen. ¿Quizás son golems pervertidos a los que les gustan los hombres?

—Mmmmmm… Entonces también puede pasar ese tipo de cosas, ¿eh…?

Capitana Milano, ¿no te convences demasiado fácil?

—¡¿Qué es esto?! ¿"Bienvenidos a la Isla Monte Chris"? ¿Se llama "Posada de Shirou"? —Leanne se sorprendio al ver el letrero.

—¿Acaso tienes huéspedes en un lugar como este?

—No, ni uno solo. Ustedes son las primeras personas que traigo aquí.

—Entonces eso significa que soy tu primera mujer, ¿no? Jejeje.

La chica coqueta entró a la cueva mientras me acariciaba las nalgas. Que me acosara sexualmente tan pronto…

—¡¡Leanne!!

Leanne volvió a ser regañada por la capitana Milano, pero solo sacó la lengua.

—Lo siento, Shirou. Como siempre hemos estado en misiones, no ha visto hombres en un tiempo. Por eso está un poco emocionada…

—Capitana, estás siendo muy dura.

—Lo entenderás cuando seas madre: no te sientes cómoda cuando alguien intenta coquetear con tu hijo.

Así que la capitana Milano ya tiene un hijo, eh. Bueno, considerando su edad, no es nada raro.

—Si puedo preguntar, ¿quién cuida de su hijo?

—Mi esposo, por supuesto. Él cuida de nuestro hijo en nuestro pueblo natal.

La respuesta era la esperada, pero con esto queda claro que, en este mundo, es el padre quien cuida de los niños.

Les serví té de una hierba llamada hierba cítrica. [3] Cecily me enseñó sobre ella antes. Crece en zonas soleadas del bosque, así que la trasplanté a un rincón del campo. El té de esta hierba tiene un aroma cítrico refrescante y un sabor ácido.

—Como esto es una posada, ¿podemos pedir comida? Claro, pagaremos por ello.

—Espero que no les importe si saco lo que tengo en reserva.

—Cualquier cosa está bien. Solo tenemos agua y carne seca. Preferimos algo más sabroso que eso.

Seguro solo tienen raciones. En ese caso, prepararé algo delicioso para ellas.

En el último mes y medio, construí una cocina fuera de la cueva. Había tres fogones y una estufa con un techo encima. También había un balde de agua cerca, y cuando se acababa, Iwao iba a buscarla.

Todavía tenía diez panes hechos ayer, así que podía servirlos con el plato principal. Prepararía un plato simple usando el pescado que atrapé por la mañana, espolvoreado con sal, enharinado y salteado en aceite de oliva y ajo.

La cabeza del pescado podría usarse para el caldo junto con cebollas, y si le agregaba puré de papas, se convertiría en una sopa sustanciosa. [4]

—Goku, ve a lavar las verduras al río.

Mientras estaba inmerso en la cocina, escuché la voz de la chica coqueta desde la cueva.

—Como pensé, ver a un hombre cocinando me emociona. También tiene un buen trasero. ¿No crees, Louise?

—B-bueno…

Cuando la novata cruzó miradas conmigo, se puso roja como un tomate y apartó la vista. Qué reacción tan refrescante.

—Louise, si se lo pides, quizás te deje hacerlo. Podría ser tu oportunidad para graduarte de la virginidad.

Los comentarios de acoso sexual de Leanne continuaron un rato, pero finalmente calló cuando la capitana Milano le dio un golpe en la cabeza con expresión exasperada.

Pero aún así, Louise-chan es inexperta, ¿eh…? ¿Se convertirá en bruja si sigue siendo virgen a los 30? [5] Ah, cierto, en este mundo, las mujeres nacen como brujas.

Louise no era particularmente hermosa, pero tenía un rostro sencillo y muy agradable.

No te preocupes, Louise, eres linda. Estoy seguro de que pronto estarás con alguien. Y si quieres graduarte rápido sin importar qué, siempre puedes venir a mí.

Probablemente así se sienten las mujeres seductoras que persiguen a chicos jóvenes. Bueno, es porque los géneros están invertidos en este mundo.

Y así, el aroma de ajo y pescado blanco asado llenó el aire.

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[1] Pensé en usar "Coqueta" vs "Casquivana", "Seductora" vs "Provocadora", o quizás "Hombreriega" vs "Devoradora", pero al final use algunas . Tal vez las edite y cambie después.

[2] Bueno, eso apesta, supongo. Parece que la isla está en la Imperio de Rurugoa. Quiero decir, la capitana ni siquiera considera la posibilidad de que otro país reclame la isla.

[3] ¿Probablemente la versión de ese mundo del te de limón?

[4] Leer esto me dio hambre. ¿Shirou era chef en la Tierra? Pensé que solo era un empleado de una empresa negra.

[5] Es una leyenda de internet que si alguien sigue siendo virgen hasta los 30 años, se convertirá en mago.