viernes, 2 de diciembre de 2022

DTYWY 12: Piratas

Capítulo 12: Piratas

En un arranque de pánico, apagué el fuego con agua del arroyo, luego le ordené a Iwao esperar en la entrada de la cueva y regresé a la costa. El barco estaba más cerca que antes; ahora podía distinguirse mejor su silueta.

Estaba a una distancia en la que, si salía a la playa, definitivamente me verían desde el barco. Me pregunté qué clase de personas irían a bordo.

En momentos como este, desearía tener un telescopio. Lo agregaré a la lista de cosas que quiero crear después.

…ahora que lo pienso, aquí no tengo ni papel ni pluma. Me pregunto cuál debería crear primero. Parece que aún falta mucho para alcanzar una vida civilizada propiamente dicha.

Mientras seguía observando escondido entre los arbustos, el barco ancló cerca de la costa. Probablemente el agua era demasiado poco profunda para que se acercara más sin rayar el casco.

La gente a bordo se veía pequeña desde aquí, pero parecían ser todas mujeres. Todas vestían pantalones, ninguna llevaba falda.

¿Acaso las mujeres de este mundo no usan faldas?

Ah, ahora que lo pienso, la noble que capturó a Chris llevaba una falda. Supongo que en este mundo, la falda es como ropa formal para la alta sociedad.

Dejando eso de lado, ¿qué clase de gente iba en ese barco? Nadie llevaba uniforme, así que probablemente no eran soldados.

¿Pescadoras, tal vez?

O, en el peor de los casos, ¿piratas?

No podía distinguirlo por su ropa… Algunas vestían algo parecido a camisetas, y otras no llevaban nada en la parte superior, mostrando su piel bronceada.

Desde lejos, su piel tostada se veía atractiva, pero ahora no era momento para emocionarse por eso, ya que no podía estar seguro de qué clase de personas eran… Realmente esperaba que no fueran malas personas, pero, por desgracia, mi presentimiento era acertado. (Nota del traductor: En serio, Shirou, ¿hay una banda de piratas llegando y te emocionas por la posibilidad de un encuentro? Un verdadero hombre de cultura).

Entre las personas que bajaban del barco, solo dos vestían de manera decente, como capitanas de película de piratas. (Nota del traductor: ¿Como nuestro viejo amigo el capitán Jack?).

Una de ellas debía ser la capitana, pues parecía dar órdenes a las demás. ¿La otra sería la vicecapitana o la navegante principal?

Poco después, bajaron un bote del barco.

Como imaginaba, planeaban desembarcar en la isla. Junto a las dos mujeres bien vestidas, ocho marineras también subieron al bote.

Cuando finalmente llegaron a la orilla, la que parecía la capitana rápidamente dio órdenes.

—¡Anne, Louise, aseguren los botes! ¡Hillary, Thatcher, confirmen la posición del río que vimos desde el barco! ¡El resto explora la isla conmigo! Si hay animales de caza, los cazaremos.

—¡Sí, capitana!

Como pensé, esa mujer pelirroja era la capitana. Tenía piel morena y una mirada algo dura, pero era bastante hermosa. Era más alta que yo, y su busto era más grande que el de Chris.

—Es una isla maravillosa, ¿no, capitana? Qué suerte encontrar un lugar así fuera de los mapas justo cuando la marina nos perseguía.

La única mujer de piel clara del grupo hablaba con la capitana. Las demás la trataban como la vicecapitana. Ella también era hermosa, pero daba la impresión de ser un poco malvada.

—Cierto, Janice. Es un escondite perfecto. Incluso podríamos usar esta isla como nueva base de operaciones.

¿Perseguidas por la marina? ¿Nueva base de operaciones?

¡Estas tipos eran piratas de verdad!

¿Acaso planean vivir aquí? Eso sería un gran problema. Si es posible, no quiero criminales como vecinos, no gracias. Por favor, váyanse a otro lado.

—¡Oye! No holgazanees, nos vamos a explorar.

La capitana regañó a la subordinada que estaba sentada y se alejó. Mi corazón se aceleró cuando pasó cerca de donde me escondía.

—Sí, sí, lo que sea…

La marinera regañada se levantó refunfuñando. Era robusta, y aunque era mujer, sus brazos eran el doble de gruesos que los míos. Mientras pasaba junto a mi escondite, pude oír sus quejas.

—Tch, qué mujer tan mandona… Algún día te haré pagar por esto.

El grupo no parecía llevarse muy bien. Bueno, son piratas, así que el ambiente sería muy diferente al de un grupo unido de chicas. (Nota del traductor: No me digas, Sherlock).

Después de esconderme un rato más, regresé apresuradamente a la cueva. En realidad, quería seguir a las piratas, pero temía que me descubrieran fácilmente.

Al volver con Iwao, empecé a empacar. Planeaba esconderme en las montañas hasta que se fueran, así que metí objetos importantes en bolsas de almacenamiento: espejo, navaja, cuchillo, olla, jabón, lima… Cosas que en la Tierra eran comunes, pero aquí eran invaluables.

También tomé todas las frutas que tenía.

—¿Me faltó algo…? Ah, la caña de pescar…

Caminar con una lanza en una mano y una caña en la otra sería difícil. Tal vez debería llevar solo la lanza y esconder la caña en el bosque.

Cuando terminé los preparativos y salí de la cueva, de repente me topé con una de las piratas.

Era una de las que estaban en la playa. Sus ojos se abrieron desmesuradamente, pero luego esbozó una sonrisa burlona, mostrando sus dientes amarillos y torcidos.

—¡Un hombre! ¡Eh, todos, hay un hombre aquí!

La pirata gritó, escupiendo al hablar.

Me apresuré a volver a la cueva, blandiendo mi lanza.

—¡Iwao, protege la entrada! ¡Si alguien intenta entrar, atácala!

Después de darle la orden a Iwao, grité hacia afuera:

—¡Por favor, no se acerquen! ¡Si intentan entrar por la fuerza, el gólem de piedra los atacará!

La pirata retrocedió al ver a Iwao, pero su mirada lujuriosa seguía fija en mí.

—¿Qué pasa? ¿Por qué gritan? —La capitana pelirroja llegó con el resto de la tripulación.

Maldición, ya era tarde para huir.

—Hmm, ¿una cueva en un lugar como este? ¿Alguien vive aquí?

Me asomé por la pequeña ventana y grité de nuevo:

—¡No entren, por favor! ¡Si lo hacen, el gólem los atacará!

Las piratas parecieron sorprendidas.

—Oye, ¿es un hombre, verdad? —¿Ese muñeco de piedra realmente se mueve?

En voz baja, le ordené a Iwao:

—Iwao, levanta los brazos e intenta asustarlas.

Iwao adoptó una postura amenazante. Como no tenía boca, no podía hablar, pero aunque no daba mucho miedo, era obvio que era un gólem real.

—No importa el gólem, lo aplastamos entre todas. Pero ese hombre… qué buen aspecto tiene, ¿eh? Mira su piel suave.

—Me estoy emocionando. Quiero hacerlo gemir pronto.

La capitana de repente golpeó a la subordinada que hacía comentarios asquerosos.

—¡Idiota! ¿Crees que permitiría que lastimen a un hombre indefenso? ¡Eso está por debajo de nosotras!

Todos se quedaron en silencio, como congelados.

—Oye, tú, tranquilo. Solo paramos aquí para reabastecernos. Nos iremos en cuanto encontremos agua y carne. No permitiré que nadie te lastime.

La capitana parecía una persona decente, pero no era tan ingenuo como para creerle tan fácilmente. ¡Después de todo, nadie trabaja en una empresa negrera y conserva su inocencia!

—Entiendo. Pueden conseguir agua en el río pequeño de allá, y si necesitan cazar, hay ciervos, cabras y jabalíes por aquí. Pueden tomar lo que necesiten.

—Ah, así lo haremos. Sé que debes estar asustado, pero no te haré daño, así que no te preocupes. ¡Muy bien, tripulación, sigamos adelante!

Después de que la capitana dio la orden, las piratas se fueron. Algunas me lanzaron miradas lascivas hasta el final, pero me alegró haberme salvado.

Aunque era pronto para decir que estaba completamente a salvo, al menos no podrían entrar fácilmente con Iwao protegiendo la entrada. Como podía crear comida con magia, podía resistir encerrado en la cueva por un tiempo.

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