viernes, 2 de diciembre de 2022

DTYWY 13: Rebelión

Capítulo 13: Rebelión

Nota del traductor: Este capítulo está en tercera persona. Además, estoy probando usar enlaces para insertar notas sin interrumpir la lectura. Díganme si prefieren que no lo haga.

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Las piratas Futch y Buten estaban sentadas alrededor de una fogata en la playa.

Habían llegado a la isla solo para descansar y reabastecerse, pero ya al mediodía habían conseguido carne y agua fresca. Ahora se relajaban, llenando sus estómagos con venado que habían cazado.

—Eso duele…

Futch frunció el ceño mientras bebía ron. Vertió un poco de vino sobre la herida que le había dejado la capitana más temprano.

—¿Estás bien, Futch?

—Sí, la herida no es grave, pero la actitud de la capitana me enfurece. Actúa como si fuera superior a nosotras…

—Ya lo creo. También me gritó por descansar un poco. Tan histérica como un hombre…[1]

Buten también recordó cómo la habían regañado en la playa, y sus ojos brillaron de odio.

Las dos solo se quejaban a espaldas de la capitana, pues no se atrevían a confrontarla directamente, a pesar de sus resentimientos.

Y es que Cecily no solo era una de las piratas más fuertes, sino también una excelente navegante y estratega. Era conocida como Cecily la Llama Explosiva.

Incluso si intentaran atacarla mientras dormía, era casi seguro que ella podría contraatacar. Aunque ahora era pirata, se rumoreaba que alguna vez había sido una alta oficial naval en algún país.

—Pero bueno… ese chico de antes no estaba nada mal, ¿eh?

Futch cambió de tema para mejorar su ánimo, hablando del hombre que habían visto. Buten respondió de inmediato con una sonrisa lasciva.

—Sí, quiero jugar muuuuchooo con él.

—Oye, oye, eres grande, ¿sabes? Si lo asaltas, podrías romperle un hueso.

Las dos soltaron una risa vulgar.

—¿De qué hablas? Los hombres con esa cara suelen ser pervertidos. Aunque al principio diga que no le gusta, al final terminará disfrutándolo.

La opinión de Buten era egoísta y prejuiciosa, pero acertaba en que Shirou era un pervertido. Un hombre que seguía sus impulsos sin complicaciones.

El problema era que Buten estaba completamente fuera del rango de preferencias de Shirou[2].

—Pero qué desperdicio. Podríamos haber desactivado ese gólem de piedra y hacer lo que quisiéramos con el chico.

—Sí, sí, una lástima que la capitana tuviera que actuar como una dama y arruinarlo. ¿Solo porque es un poco atractiva se cree mejor que nosotras?

—Ajá. Y eso que a ella le gusta que la dominen en la cama. Escuché que tiene ese tipo de… hobby.

—¿En serio? ¿Quién te dijo eso?

—¿Conoces al chico Louis del bar? Me lo contó él.

—¿Ese chico? ¿De verdad te lo dijo?

—Jejeje… la última vez que estuvimos en puerto, lo obligué a acostarse conmigo. Ahí fue cuando supe del hobby de la capitana.

Buten recordó con oscuro placer.

—Jajaja, qué cruel eres. Pero si a la capitana le gusta que la dominen, entonces es una pervertida, ¿no?

—Exacto. Tan dura por fuera, pero por dentro es tan sumisa como un hombrecito.

Al final, la conversación volvió a ser puro insulto hacia la capitana. Pero al escuchar pasos acercándose, cerraron la boca de golpe. Sería fatal si Cecily las descubría.

Con nerviosismo, esperaron, y resultó ser la vicecapitana Janice.

—Idiotas. Hablaban demasiado alto. ¿Qué harían si la capitana las escucha?

Las dos se palidecieron.

—Señora, solo era una broma…

—Sí, sí, no lo decíamos en serio.

Janice las detuvo con una sonrisa burlona.

—Tranquilas, lo sé. Entiendo cómo se sienten. Después de todo, acabamos de escapar de la marina, ¿qué hay de malo en divertirse un poco con un hombre?

Futch y Buten asintieron entusiasmadas.

—¡Exacto!

—¡Si nos dejaran, la moral del grupo subiría!

Janice asintió y rodeó sus hombros con los brazos.

—Tienen razón. ¿No creen que la capitana es demasiado rígida?

Sus ojos brillaron con malicia.

—De hecho, tengo un plan secreto… Algo que podría interesarles…

Las tres bajaron la voz a un susurro, imposible de escuchar para los demás.

En la oscuridad de la noche, una terrible rebelión estaba en marcha.

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Era medianoche.

La capitana Cecily se despertó por la voz agitada de Janice.

—¡Capitana, malas noticias!

—¿Porque tanto alboroto a esta hora, Janice?

La voz de Janice era grave.

—Parece que algunas de la tripulación se enfermaron.

Cecily se incorporó de un salto.

—¿Quién está enferma?

—Anne, Hillary, Futch… y Buten también.

—Maldición. ¿Cuatro personas?

Cecily creó una bola de fuego en su mano izquierda y corrió hacia las afectadas. Sus rostros y brazos estaban cubiertos de manchas rojas, algo que Cecily nunca había visto…

—Esto es grave, su condición parece terrible.

—¿Qué hacemos? ¿Las dejamos en esta isla?

—¡Idiota! ¡No podemos abandonarlas! No hay opción más que secuestrar a un médico o sanador para tratarlas.

La respuesta de Cecily era justo lo que Janice esperaba.

—En ese caso, habrá que llevarlas al barco. Convirtamos un camarote en enfermería y lo sellaremos.

—De acuerdo. Vamos, llevémoslas al bote.

Diciendo eso, Cecily se acercó a la más pesada, Buten.

—Sé que duele, pero aguanta. Te llevaré al barco.

—L-lo siento…

De haber sido la Cecily de siempre, quizás habría notado la mala actuación de Buten. A la luz del día, tal vez habría visto que las "erupciones" eran solo tinte rojo. Pero la oscuridad de la noche sin luna y la urgencia de una plaga nublaron su juicio.

—Bien, súbete a mi espalda.

Las llamas de la fogata iluminaron la espalda expuesta de Cecily, indefensa. Buten fingió tambalearse, sacó un cuchillo oculto y lo clavó profundamente en su espalda.

—¡¡Ugh!!

Al ser apuñalada, Cecily pateó a Buten al instante, pero ya estaba gravemente herida.

—¿Qué demonios crees que haces?

Nadie respondió. En cambio, hechizos y flechas volaron desde todas direcciones.

Normalmente, Cecily habría esquivado todo y contraatacado, pero el dolor de la herida la debilitó. En particular, el cortador de viento de Janice atravesó su defensa y le cortó los muslos.

—Ya veo… así es como está la cosa.

Las atacantes eran cinco: Anne, Hillary, Futch, Buten y Janice como líder.

En otras palabras, las que dijeron estar enfermas se habían rebelado.

—Ya no creemos que seas digna de ser nuestra capitana, Cecily. Por eso morirás aquí y ahora.

Cecily respondió a la provocación con una sonrisa tranquila.

—¿De verdad creen que pueden vencer a Cecily la Llama Explosiva? ¡§ΛΖΛΦΓΔΧ¶ΣΓΔζ!!

Con el conjuro, un poder mágico inmenso se concentró en su palma.

—¡Aléjense! ¡Va a lanzar magia de explosión!

Janice gritó mientras se cubría.

Conocía demasiado bien el poder de Cecily, capaz de hundir barcos enteros. Pero el hechizo no fue dirigido a ellas, sino al suelo.

Una explosión estremecedora sacudió el área. Todos quedaron cegados por el polvo levantado.

—¡Tos, tos! Mierda, no veo nada.

—¡No ataquen, nos golpearemos entre nosotras!

—¿A dónde fue?

Cuando la brisa despejó el polvo, Cecily ya no estaba.

—Tch… escapó.

La magia de explosión era poderosa, pero no podía lanzarse repetidamente. Considerando la sangre que perdía, Cecily debió retirarse temporalmente.

—Janice, ¿qué hacemos ahora?

Futch esperó instrucciones mientras Janice evaluaba la situación con astucia.

Cecily estaba malherida, pero si la acorralaban demasiado, podía contraatacar con fuerza. No valía la pena arriesgarse.

—La capitana ya está gravemente herida. No sobrevivirá sola. No hay necesidad de perseguirla. Volvamos al barco y diremos a los demás que contrajo una enfermedad.

Las otras cuatro asintieron. Todavía temían lo que Cecily podría hacer en una pelea seria.

—Ustedes… ¿qué diablos le hicieron a la capitana…?

Louise y Thatcher, que no estaban de su lado, las miraban horrorizadas.

Janice anunció con una sonrisa siniestra:

—A partir de ahora, yo soy la capitana del barco[3].

Y dio su primera orden:

—Ustedes cuatro, desháganse de Louise y Thatcher.

La carnicería comenzó, buscando nueva sangre que derramar.


[1] ¿Las mujeres de ese mundo tendrán síndrome premenstrual? ¿O tal vez los hombres lo sufran?
[2] Completamente fuera del rango de preferencias de Shirou.
[3] Me recuerda al meme: "Mírenme, ahora yo mando aqui".

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