DTYWY 17: Ruinas antiguas

Capítulo 17: Ruinas antiguas

La canoa estuvo lista al mediodía siguiente. Cecily logró terminarla en poco más de un día.

—Shirou, ¿quieres probarla ahora?

—¡Claro!

Después de que Cecily explicara cómo usar el remo y qué hacer si volcábamos, los dos nos embarcamos.

—Como el mar está calmado, rodeemos la isla por la costa.

Gracias a sus buenas enseñanzas, la canoa se deslizaba suavemente.

Flores coloridas florecían en la orilla, deleitando nuestra vista. Antes había caminado por la costa con Chris, pero era la primera vez que veía bien la isla desde el mar.

—Shirou, ¿esta isla tiene nombre?

—No lo sé, llegué aquí a la deriva.

—Entonces deberías ponerle uno. "Isla Shirou" estaría bien.

¡Ni hablar! Sería vergonzoso. Tampoco quiero "Isla Sanada".[1]

No me gusta presumir, pero es cierto que es incómodo que no tenga nombre...

A ver, hay una montaña... ¿"Isla Yamada"?[2]

No, demasiado simple.

Ya sé. Mejor usar el nombre de Chris como co-descubridora. Así que la llamaré Isla Monte Chris.[3]

Partimos desde la costa Creciente hacia el sur de la isla.

—Parece que hay muchos acantilados en este lado.

—Ajá. Pero no te acerques mucho aún, todavía eres novato.

Había muchas cavidades en los acantilados, erosionadas por las olas hasta formar cuevas.

—Increíble, parece un muelle secreto. ¿Podría usarse como base para submarinos o barcos piratas?[4]

—Si las olas estuvieran más calmadas, sí. ¿Eh? —Cecily dejó de remar y miró fijamente una cueva.

—¿Pasa algo?

—Creí ver algo como una escalera al fondo.

Si hay escaleras, significa que hay alguien en la isla, ¿no? Aunque llevo más de 10 días aquí, nunca he visto a un nativo.

—Shirou, vamos a revisar. Cuidado con el oleaje.

Cecily maniobró la canoa hábilmente hacia la cueva. Las olas eran fuertes en la entrada, pero se calmaban al adentrarnos.

—Mira, allí.

Cecily, con una bola de fuego en la mano, señaló a la izquierda. Era una escalera tallada en la roca.

Obviamente no era natural, sino hecha por humanos. Solo que parecía muy antigua.

—Vamos a echar un vistazo...

Cecily saltó primero y luego me ayudó a salir.

—No hay señales de monstruos o humanos, pero cuidado. Si pasa algo, quédate detrás de mí.

—Sí.

Estaba nervioso, pero no paralizado. Hasta tuve espacio para admirar el generoso trasero de Cecily mientras subía delante de mí.

En lo alto de las escaleras había un agujero por donde entraba la luz del sol. Con cada paso, todo se iluminaba más, y al llegar a la cima, estábamos en los acantilados que habíamos visto desde el mar.

El mar estaba unos 15 metros abajo, y el miedo a las alturas me paralizó. Sentía las piernas como gelatina.

—Perdón, Cecily. Déjame agarrarme de ti un momento.

Qué patético, ni siquiera soporto las alturas. En la Tierra me verían como un miserable, pero Cecily solo sonrió y me dejó hacer.

Más bien, parecía feliz de que la abrazara por la cintura.

¡Viva el mundo isekai!

—¿Miedo? Tranquilo.

Cecily intentó abrazarme, pero vaciló. Terminé con la cabeza hundida en su pecho.

Esto es malo... pero en otro sentido. Ahora no podía caminar por otra razón.

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Después de disfrutar la vista, miré hacia el bosque.

—¿En qué parte de la isla estamos?

—Probablemente al sur de tu cueva, Shirou.

Nunca había ido al sur porque el bosque es denso. Si abro un camino desde la cueva, llegaré aquí. Tal vez pueda hacer que Iwao despeje el camino, ya que parece haber muchos peces.

—¿Podemos entrar al bosque? Quizás haya árboles frutales.

Cecily asintió con una sonrisa.

Tras caminar sobre rocas hacia el bosque, encontramos un empedrado claramente artificial. Las piedras estaban erosionadas y parcialmente cubiertas de hierba, pero el camino continuaba.

—Cecily, esto es...

—Creo que estamos bien, pero no bajes la guardia. Quédate detrás de mí.

Cecily avanzó con expresión nerviosa.

A los cinco minutos, llegamos a un claro donde había un edificio enorme.

Era una pequeña estructura similar a una ruina, hecha de piedras talladas con relieves. Los detalles estaban borrosos por la erosión, pero debieron ser elaborados. Medía unos 10 metros de alto, con cinco escalones que llevaban a una puerta de piedra.

—Parece una ruina sudamericana.

Me recordó a las construcciones mayas o aztecas que vi en televisión.

—No, esto no es una ruina...

Cecily temblaba, pero no de miedo, sino con una sonrisa feroz, como un cazador que encuentra su presa.

—Entonces, ¿qué es?

—¡Es una mazmorra! ¡Nunca pensé que habría una mazmorra intacta aquí!

Cecily, emocionada, examinó el edificio. Pero a mí me dio inquietud.

—Las mazmorras tienen trampas y monstruos, ¿no?

—¡Sí! ¡Y muchos tesoros también!

¡Puede haber tesoros, pero los monstruos dan miedo!

—Cecily, no pensarás entrar, ¿verdad?

¿No saldrá un monstruo al abrir la puerta? ¡Espero que no!

—Tranquilo. Sería una locura entrar sola. Necesito reunir compañeros primero... y hay cosas que debo hacer antes. —Su rostro se ensombreció.

—¿Es... venganza...?

—Sí... Tengo cuentas pendientes. Además, ese maldito barco es mío.

No creo que la venganza la haga feliz. Pero si no puede seguir sin ello...

—Bueno, primero necesitarás un barco para salir de la isla, ¿no?

—...Tienes razón —dijo sin mirarme.

—Haré una tela para que uses como vela. Te ayudaré a volver al mar.

—Shirou...

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Producción: Tela
Categoría: Materiales
MP: 75
Explicación: Tela resistente para velas. Tamaño 4m x 8m
Tiempo: 14 horas
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Cecily podía hacer un barco simple con los árboles de la isla. Pero una tela es diferente, no puede crearla con lo que hay aquí.

Para viajes largos, el refuerzo corporal no basta. Pero con una vela de tela y magia de viento, estoy seguro de que llegará a su destino.

—Shirou... Si... Si termino mi venganza, ¿puedo volver a esta isla?

Por supuesto. Para entonces brindaremos con jugo de mango otra vez. Y la próxima vez, sanaré no solo sus heridas físicas, sino también las emocionales.

Lo pensé desde el fondo de mi corazón.

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[1] Su apellido, por si alguien lo olvidó.
[2] "Yama" significa montaña.
[3] Hay un juego de palabras intraducible. En japonés, el sufijo "-tou" (isla) lo convierte en "Monte Christou", similar a Montecristo. La isla Montecristo existe en Italia y se parece a esta.
[4] Seguro Cecily no sabe qué es un submarino. O quizás existen en ese mundo con otro concepto.